El lavado rápido y en frío reduce el consumo de energía y la contaminación de diminutas fibras de plástico, al tiempo que prolonga la vida útil de la ropa.

Si hace poco que has comenzado a lavar tu ropa, e incluso si ya eres un experto en poner lavadoras, probablemente te hayan dado en algún momento, en internet o en una charla más o menos amistosa, un sinfín de consejos y recomendaciones para lograr el lavado perfecto. Aquí no encontrarás respuestas a las eternas preguntas de si separar las prendas de colores de la ropa blanca, qué hacer con las sábanas o qué es mejor, el detergente líquido o en polvo. Pero si quieres saber cómo afectan tus hábitos de lavado al medio ambiente, y también cómo mantener tu ropa como nueva a lo largo del tiempo, estás en el lugar indicado.

Un estudio reciente de la Universidad de Leeds en el Reino Unido, en colaboración con uno de los mayores fabricantes de detergentes del mundo, Procter & Gamble, ha intentado salir de los laboratorios de desarrollo de la compañía y examinar el uso diario de los consumidores y cómo afecta a las prendas, en términos del desgaste de la tela y la pérdida de color. Su conclusión fue clara: todos podemos mantener mejor nuestra ropa fácilmente utilizando los programas de lavado más cortos y agua más fría.

Además, los investigadores intentaron evaluar el efecto de los cambios en los hábitos de lavado sobre nuestro consumo de energía y la cantidad de micro-fibras y micro-plásticos que se desprenden de nuestras prendas y se dirigen inevitablemente desde las lavadoras hacia el mar. Su conclusión fue similar: para reducir el consumo de energía y minimizar la contaminación ambiental con microfibras, deberíamos utilizar los mismos programas de lavado más cortos y fríos que preservan nuestras prendas. Salen ganando nuestras prendas de ropa y sale ganando el medio ambiente.

אשה מכניסה כבסים למכונה | צילום: Arturs Budkevics, Shutterstock

Los lavados más cortos y menos calientes pueden preservar mejor nuestras prendas. Una mujer poniendo una lavadora. Fotografía: Arturs Budkevics, Shutterstock

Turnos de lavado

Para que el experimento sea lo más similar posible al uso doméstico, los investigadores prepararon no menos de 32 bolsas de ropa "caseras" para lavar compuestas por prendas oscuras y claras así como algunos tejidos blancos. Se lavaron 16 bolsas a 40ºC durante 85 minutos y las otras 16 se lavaron a 25ºC durante 30 minutos. Al final de cada lavado, se inspeccionó la ropa para evaluar su desgaste y la pérdida de color o transferencia de color de una tela a otra. Al mismo tiempo, los investigadores analizaron la composición química del agua de lavado para identificar los colores desteñidos de la ropa. Finalmente, recogieron todas las microfibras y las pesaron después de cada lavado.

Un análisis de los resultados reveló que la tasa de pérdida de color de la ropa es significativamente mayor en un programa de lavado largo y caliente en comparación con un lavado corto y frío. Más concretamente, el programa corto reduce la pérdida de color en aproximadamente un 74%. En consecuencia, en el programa corto también hay menos transferencia de color de una prenda a otra. La ropa se desgasta menos y la tela se conserva más tiempo. El examen de las fibras desprendidas dio resultados similares: si se utiliza el programa de lavado corto, la cantidad de microfibras desprendidas en cada lavado se reduce algo más de la mitad.

Además de todas estas ventajas, utilizar los programas de lavado más fríos (30ºC-20ºC) también reduce entre un 60% y un 40% el consumo de energía requerido para cada lavado a máquina.

 

אשה מכוונת את מכונת הכביסה | צילום: ssuaphotos, Shutterstock
Los programas de lavado cortos y con agua fría ahorran electricidad. Mujer programando la lavadora | Fotografía: ssuaphotos, Shutterstock

Verde y además limpio

Es cierto que hay quien argumenta que es inevitable utilizar programas de lavado prolongados y altas temperaturas para que la ropa salga lo suficientemente limpia después del lavado. Pero según Neil Lant, uno de los investigadores de Procter & Gamble, los avances tecnológicos en los detergentes, y en particular el uso de componentes sostenibles como los enzimas, permiten obtener excelentes resultados de limpieza incluso en lavados más cortos y fríos.

Este estudio ilustra el gran impacto que puede tener una conducta específica de cada hogar y de cada persona sobre el medio ambiente. En este caso, podemos conservar el medio ambiente sin renunciar a nada de lo que es importante para nosotros, e incluso al contrario: utilizando un programa de lavado más frío y rápido, ahorraremos tiempo, dinero, agua y energía, y protegeremos tanto el medio ambiente como nuestras prendas favoritas.